miércoles, 20 de mayo de 2009
A JAVIER ORTIZ (SILVINO)
Como ya os hemos comentado en este blog, nos juntamos unos cuantos amigos de Javier Ortiz en el Rubicón y se leyeron textos suyos muy significativos de su personalidad. Pero nos faltaba por publicar un texto al que rodea un halo de misterio porque desconocemos su autor. Sólo sabemos que el encargado de leerlo fue Silvino que se niega a desvelar quién es el mismo, como así se comprometió. El texto es el siguiente:
"Como podría decir el autor, el papel me lo ha traído el viento" (Silvino)
NOTAS PARA UNA VOZ QUEBRADA
(A Javier Ortiz)
En actos como este suele hablarse de recuerdo.
Recuerdo está escrito en tiempo pasado.
Amigo se escribe en tiempo presente.
¿Y por qué? Porque quiero y porque con un amigo lo que compartes es el presente.
En este local, y en una de estas mesas con cara de mármol y reflejos de luz artificial, iluminados algunos de nosotros por una pequeña vela de alcohol, oímos la voz pausada y reflexiva de Javier.
Puedes, o no, compartir sus opiniones, pero desde luego no caen en la indiferencia. El polemista, el inconformista perpetuo, el rebelde impenitente, desgrana sus pareceres sobre lo divino y lo humano.
LO DIVINO.
¿La Iglesia?
Esta es la puta de Babilonia.
Pobres albigenses.
Inocencio III, Papa nada inocente, genocida por más señas, se encargó de cortar el resuello a miles de descontentos con la jerarquía eclesiástica (siglo XIII).
Pío XII bendecía los tanques de Mussolini que iban a masacrar a pobres abisinios.
Poco más tarde bendijo los panzer de Hitler (siglo XX).
¿Se puede tener confianza en personajes de tal calibre?
Ni en uno de ellos, ni siquiera en Juan XXIII, el del Concilio Vaticano II.
Y menos aún con el actual Benedicto XIV (siglo XXI).
LO HUMANO.
El día a día, el ejercicio de la acción política, que como estamos comprobando es ejercida con miseria y trapacería.
Los políticos españoles, que son los que nos tocan sufrir, jauría de mentirosos y mendaces, con corifeos de la prensa que les alaban las gracias: así nos crece el pelo.
Pero queda lugar, siempre, para levantar la voz, no darnos por vencidos, aguantar, esperar el momento e intentar saltar por encima de esas vallas tan altas con las que intentan ocultarnos las vistas a una sociedad más equilibrada y justa.
De momento, Javier ha hecho un stop.
Pero como siempre desepués de un stop, la marcha se reinicia.
El embrague de sus ilusiones y el acelerador de sus escritos impulsan unas ruedas que avanzan por las carreteras del pensamiento.
En esta ópera que nos toca vivir, las voces que quizás mejor lleguen a ser entendidas, incluso por los habitantes del gallinero, pueden ser voces profundas y qubradas.
La voz de Javier está en clave de sol, y desde la segunda línea del pentagrama cuelga su sol en las cuerdas del alma...y de la razón.
Gracias amigo.
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