
Perdona Javier, pero gente como tú no puede permitirse el lujo de prejubilarse y marcharse de vacaciones, además para siempre.
En la barra del bar echaremos de menos tus artículos, panfletos como algunos nos han dicho con cierto desprecio, como si llamándolos así te pudieran insultar, nos pudieran insultar.
Hasta siempre periodista.
Salud y República.
El Rubicón, Moncho y Marcos.